Capítulo 18

Aún estaba impresionada por lo que me había dicho Chace.

Justin lo notó.

-Mad, te pasa algo? - dijo mirándome a los ojos con preocupación. Yo aparté la mirada.

-No - dije susurrando

-A mi no me engañas. - Dijo sonriendo picaramente. Me arrancó una pequeña sonrisa. - Bueno, me vas a contar que me tienes planeado? - dijo poniendo otra vez cara de cachorrito.

- Te dije que esa cara a mi no me afectaba - dije poniendole tambien cara de cachorrito.

-Pues la tuya si que funciona - dijo agarrándome por la cintura y abrazándome.

-Ey! esas manos fuera!! - dije apartándome

-Jajajaja, sabía que ibas a hacer eso - dijo cojiéndome un mechón de pelo y enroscándolo en un dedo. Joder, que me tocaran el pelo siempre había sido mi debilidad... y solté un suspiro antes de sentir que me ruborizaba, por lo que aparté la cara. Justin no se enteró de nada, seguía con mi pelo a vueltas mientras yo pensaba en sus manos dandome masajes en la cabeza.

-A donde vamos? - dije intentando sonar indiferente.

-Nose - dijo soltando el pelo, al fin. - a donde quieres ir?

-A cualquier sitio con tal de que nos movamos - dije mirando al cielo.

-Pues a que esperamos? - dijo tirandome del brazo para que nos movieramos.

-A donde me llevas? - dije rezagandome, no me apetecía andar, mi mente aún estaba pensando en la sobrecarga de información, en el plan, los masajes... y dios sabe que más.

-A donde te llevo se que me dirás cual es tu plan ... - dijo sacándome la lengua.

-Si tu lo dices...

-No lo digo, lo afirmo.

-Quieres un pin o una chapa?? - dije sarcástica

-Prefiero que me digas tu plan.

-Que pesado más rancio me ha tocado DIOS! - dije metiéndome en otra calle distinta a la que iba el. A los pocos segundos apareció detrás mía con las manos en los bolsillos, siguiéndome. - Pareces un violador psicópata persiguiéndome.

-Eso es lo que quieres creer tu... - Dijo guiñándome un ojo cuando me giré para mirarlo con incredulidad. - No?

-Uy si claro. Me has pillado...

-Lo sabía - susurró en mi oído, pues se había acercado demasiado. En ese momento un escalofrío me recorrió y el lo notó. Me agarró por detrás y me dijo. - Eso ha sido por el frío?

-Claro. Que te pensabas, que no tengo frío? - dije desaciéndome de su agarre y apurando a llegar al centro comercial, que ya divisaba delante nuestra.