Madison es una chica de 16 años, que vive en Estados Unidos y su vida cambia al aparecer el chico que menos se espera en su vida.

6.9.10

Capítulo 19

Cuando llegamos al centro comercial me apuré a entrar en una tienda donde hubiera mucha gente, para que Justin no pudiera entrar no lo fueran a reconocer.

Me puse a mirar ropa para matar el tiempo y compre algo, pues estaba bien esa tienda. Cuando salí miré a todos lados y al no ver a Justin subí rapidamente al tercer piso, a la pizzería.
Pero allí estaba él, esperándome.

-Vaya, pensaba que nunca vendrías. - dijo despatarrado en una silla. Yo solo le dirigí una mirada envenenada y me senté en frente suya. - No tienes ningún chiste que soltar?
-Rancio. Ala, ya está.
-Que pasa?
-La verdad es que no lo se.
-Vaya, con eso me respondes bien.
-Losé.
-Ay dios.
-Que? vas a ponerte a rezar ahora? - El se empezó a partir el culo.
-Esa si que fué buena.
-No lo pretendía, era en serio.
-Joder...
-Que tienes?
-Es que a veces dices cosas raras.
-Todo el mundo dice cosas raras - dije razonando.
-Pero las tuyas no tienen explicación. - Dijo poniendo cara de circunstancias. Si el supiera todo lo que pensaba tal vez encontraría alguna explicación, para mi todo era una maraña de información mal colocada.
-Posiblemente. No todo tiene explicación. Has oído hablar de lo inexplicable¿? Es muy común. Buscalo en google. - Dije juntando las manos. Se iba a reir pero se resistió y puso cara de poker.
-Lo haré no te preocupes - Dijo ya con una sonrisa.
-Eso espero - dije recostandome en la silla.
-Tienes hambre?
-La verdad es que si.
-Vale. - Se levantó y fué a pedir. Al cabo de cinco minutos volvió con dos una cocacola y un botellin de agua. -Toma - dijo dandome la cocacola.
-Como sabes que quiero cocacola?
-Me lo imaginaba no?
-Y como sabes que quiero comer?
-Te vas a tener que comer lo que pedí.
-Y si no me da la gana?
-Pues te aguantas - dijo inclinándose para darme con un dedo en la frente.
-Pues vaya - dije apartandoselo de un manotazo.
-Sabía que ibas a hacer eso.
-Entonces lo sabes todo. - dije echándole la lengua.
-Posiblemente.
-Que te den rancio.
-Que te den guapa.
-Gracias.
-Si tu lo dices.
-Lo digo y lo afirmo.
-Vas a parar?
-Para tu!
-Tu empezaste.
-Anda y callate.
-Solo si me dices tu plan.
-Vale.
-En serio?
-Si no me queda más remedio...
-Genial.
-A ver. La semana que viene es el baile de otoño no?
-Si, creo que todos lo saben.
-Es que como eres así de rancio eras capaz de no saberlo.
-Ey, el plan, centrate en el plan.
-Vale - dije dirigiendole una mirada envenenada. - Vamos a ir este finde de compras.
-Por que? - dijo sin comprender.
- Porque yo voy a elegir la ropa que vas a llevar al baile.
-Que?!
-Lo que oyes rancio.
-Y por que?
-Por haberte metido conmigo. Fuiste tu quien dijo " que quieres que haga para que me perdones?" Pues esto es lo que quiero. Irás al baile con la ropa que yo te diga que vayas.
-Vale. Solo si me dejas elegir la ropa que vas a llevar tu. - dijo sonriendo. Lo pensé un momento.
-Vale. - dije pensando. " que compre la ropa que yo lo haré por mi cuenta y no llevaré nada que venga de el"
-En serio?
-Si, que tengo que perder?

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